El encuentro con mi niña interior

Medica Especialista en dolor

Con un monitor cardíaco de por medio, inicié el viaje. No esperaba mucho. En las primeras sesiones de autosugestión, sucedió algo inesperado para mí: nada.

Pero volví a intentarlo. ¿Qué podía perder? Una vez más, regresé a ese espacio dentro de mí, a esa niña que había quedado en el pasado, ajena a esta mujer adulta que ahora la buscaba. Una mujer incrédula, distraída con la vida, luchando desesperadamente por no heredarle mis heridas a quien mas amo, tratando de limpiar mi alma.

Entonces, guiada por la meditación, la vi. Me vi. No era una imagen nítida, pero sabía que era yo. La sentía. Estaba sentada en el suelo, con un juguete en la mano, observando su entorno, tal vez buscando lo mismo que yo… una explicación, un sentido.

Y en ese instante, me desplomé. No sé si fue el momento, el lugar, el estado de conciencia… pero todo desapareció. Solo existíamos ella y yo. Nunca me había visto tan tierna y fuerte al mismo tiempo. Nunca me había visto tan devastada y, a la vez, tan llena de resiliencia.

¿Y ahora? ¿Qué podía decirle? ¿Qué podía decirme?

Solo una verdad absoluta: “Te amo como nunca he amado a nadie en este mundo.”

Rompí en llanto. Lloré el tiempo que mi sistema limbico me permitió procesarlo.

Y entonces lo entendí. No era una mujer adulta buscando a su niña interior. Era una niña esperando ser encontrada.

Ese día, en ese instante, supe que podía sanar.

¿Quieres Agendar Una Consulta Online?

Sígueme en mis redes sociales​